En sus acusaciones, el trabajador implicaba al delegado sindical en irregularidades de tipo salarial, laboral y trato vejatorio, mientras que acusaba a la empresa de seguridad de falsedad documental, por falsificación de su firma, y de utilizar auxiliares de servicio por vigilantes profesionales.
En este sentido, los trabajadores de Serramar, se ponen a disposición de cualquier medio de comunicación para contrastar las manifestaciones del trabajador, que, según ellos, fueron motivadas por conocer la no renovación de su contrato de trabajo. Además, recuerdan que el día anterior a la finalización de su contrato, Francisco Miguel Espín causó baja psicológica.
Todos los trabajadores de la empresa han transmitido a CSI·F la satisfacción con la labor sindical de su representante, así como con el comportamiento de la empresa hacia ellos.
La empresa, por su parte, se reserva la posibilidad de iniciar las actuaciones legales que estime oportunas sobre las acusaciones vertidas sobre ella.
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